Iván ha
resultado ser una decepción. Conocido Avatar, parecía un tipo sensible,
bonachón y algo tímido. Parecía que el ir disfrazado potenciaba algo su timidez
y que por eso guardaba aún más la distancia con sus chicas. Sin embargo, al
quitarse la máscara, se descubrió a un chico muy guapo y además se supo que
tenía gusto estético y carisma, por lo de sus tatuajes, que no todo el mundo es
capaz de llevar. También dijeron que tiene una carrera profesional fuera de la
farándula (en myhyv, eso es una rareza) y que quería ser jurista… todo parecía
indicar que lo habían tenido que tapar para que no eclipsara a todos los que
están y que han estado en el programa, una especie de semidiós olímpico lleno
de virtudes. Tales eran las expectativas, que solamente podía acabar en
decepción. Pues menuda la decepción.
No es que
él no pudiera soltarse por el disfraz, es que es un muermo. No es que el
maquillaje tapara la gesticulación de su cara cuando sonreía, es que sonríe a
medias, sin ganas. No es que no besara por ser sensible, es que no besaba
porque si no lo ponía todo hecho un cristo. La gestión de su relación con Anaís
está siendo nefasta: no la escucha, ni es capaz de entender lo que la chica le
quiere transmitir, él que se vendía como persona que conecta con el interior de
las personas. Ya ves tú. Ahora además le están pillando con mentiras al
programa, él que se las daba de tan legal.
Iván, en
pleno ivaneo
La
decepción ha sido total. A ver, está muy lejos de lo peor que ha pasado por
ahí, pero sin el maquillaje, tras un buen impacto inicial, habría estado
condenado a pasar sin pena ni gloria, a ser un tío que se apalanca en el banco,
apenas hablar, hablar despacio… caer en el olvido.
El triple
trono en general está siendo bastante muermo, pero eso será materia de otro
post. Iván, desde luego, no ayuda a tener ganas de ver el programa… si esto
sigue así, no sería de extrañar que pronto se encargaran desde organización de
darle un achuchón a su trono.
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