De Angel Vico no se puede decir que sea un
mal tipo. Si bien es verdad que cuando fue pretendiente de Lola, estuvo
mintiendo al programa durante un buen tiempo y que después ha seguido
haciéndolo puntualmente, también es verdad que se le nota que no le gusta
ocultar las cosas demasiado tiempo. Se nota que le pesan, que le incomodan, no
le hacen estar tranquilo y al final acaba contándolo todo por sí mismo, no
porque se lo tengan que pedir. Al revés, cuando le aprietan demasiado, lo único
que han conseguido siempre es que se cierre más en sí mismo y que no cuente las
cosas, que es lo que a él mismo le gustaría.
En su final pasó algo así. Olía bastante rancio por ahí y entonces todo el mundo empezó a atacarle como si fuera un coro cantando el Anillo del Nibelungo. Resultado: “pues ahora no hablo” y salió por la puerta de atrás, cuando su trono perfectamente habría merecido acabar con fuegos artificiales y fiesta. A sus pretendientas estrella, Samira y Steisy, en realidad no les vino mal esta espantada de Angel, porque así pudieron justificar moralmente que ya estaban listas para coger el trono, al quedar tan decepcionadas con su expretendido. Ganamos todos, porque el trono de estas dos chicas está siendo muy entretenido desde el principio.
En estas llegamos a la pedida de mano de
Angel a Aura. Notará el lector que hasta ahora ni la he nombrado y no es
casualidad, todo en esta pareja gira en torno a él; ella parece un simple
accesorio, apenas habla ni aporta nada. Para empezar, ni siquiera fue una
pedida de mano, solamente dijo “quiero compartir de mi vida contigo”. No le
preguntó a ella a ver si quería que compartieran sus vidas, sino que él le
informó de que quería seguir con ella el resto de su vida. Emma tuvo intervenir
y decirle a Aura que tenía que responder, que esto es una cosa que se tiene que
decidir entre los dos… a la pobre niña ni se le habría ocurrido. Le dio un
anillo que ni sé si se puso, yo lo vi todo el rato dentro de la caja. Lo dicho,
todo en esa pareja se centra en él.
Angel es de Benidorm. Bien podían haber ido a
un restaurante en la costa, contratar un violinista que tocase su canción
preferida y cenando un risotto haberle dicho esas mismas palabras, para que
Aura se encontrase con el anillo al fondo de su copa de Cava. Elegante, nada
extraordinario pero inolvidable. Sin embargo prefirió llevársela al programa
del que había salido con las orejas gachas, en el que se había dicho que se
iban porque se ella estaba embarazada, en el que estaba su ex y dos de sus
pretendientas como tronistas y soltarlo de sopetón. O lo hizo porque les
pagaban, o para conseguir fama, o para darles en la cara a sus ex, o vete tú a
saber. Sea como sea, no fue ni elegante ni creíble.
No soy de los que se escandaliza porque le
pida matrimonio llevando solo un mes. Hoy en día casarse ya no significa lo que
hace algunas décadas y si están enamorados, adelante. Si es un error,
aprenderán la lección, no pasa nada. ¿Pero están enamorados? Porque esta pedida
de matrimonio ha sonado totalmente a otra cosa. Lo que es seguro es que quedan aún
muchos capítulos de esta historia por escribirse y hasta los más mínimos
detalles saldrán por la tele. Solo queda esperar y ver qué pasa.
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